EGINO Vía: IMSERSO EXTREM (5a, 225 m.)

(Reseña sacada del blog viejas zapatillas)

 

Cuando ya parece que en Egino todo lo escalable está hecho Juancar Sanz, Antxon Gorrotxategi, Sergio Martín y Rafa Elorza encuentran una línea donde menos te lo esperas, en la parte izquierda de la pared de Doña Eusebia. Surca una cresta que surge por encima de los monolitos emulando a la  clásica Arista de los caracoles. Aunque las dificultades son similares el carácter de Imserso extrem es diferente: roca dudosa en varios tramos, algún pasaje aéreo y equipamiento justo no permiten la relajación. Pero el equipamiento a base de friends, cintas y fisureros es posible en todo el recorrido. Encontraremos las reuniones equipadas con cordinos o parabolts y lo mismo de forma escasa por toda la ruta. Como dicen los equipadores en su magnífica descripción en el blog “viejaszapatillas”, no la recomiendan como  vía para principiantes, y nosotros tampoco. Son cinco largos, los dos primeros muy sencillos nos conducen a la base de una cresta formada por tres resaltes muy bonitos.

Para encontrar la base debemos acercarnos a los monolitos desde Egino o por La Lece, subir por la canal que surge entre el cuarto y el quinto y seguir los hitos hasta que encontramos un cordino azul que indica el inicio de vía.

Largo 1 (III): Salida evidente por un resalte con muchos agarres y muchas posibilidades de autoprotección. Roca a vigilar. Al final se suaviza el camino hacia una crestita secundaria donde vemos un cordino. La reunión está un poco más arriba y se monta sobre dos cordinos donde llegamos casi andando..

Largo 2 (III): Salimos por la crestita hacia unas encinas que nos cierran el paso, las bordearemos por la izquierda por terreno sucio y rocas sueltas. Encontraremos un par de cordinos que nos marcan el camino hasta llegar a la base de un monolito más vertical donde está la reunión con dos cordinos azules.

Largo 3 (4c/5a): Salimos de frente por una canal abierta con dos cordinos, tras chaparlos vamos con tendencia a la izquierda para evitar el techo hasta que llegamos a un parabolt que nos asegura el volver sobre la parte central del resalte a la altura de una sabina. Cuidado en seguir por la izquierda de la sabina porque el terreno queda bastante expuesto. Una vez superado este paso la dificultad decae, aparece un cordino y llegamos a la reunión con dos parabolts ante un imponente resalte.

Largo 4 (4c/5a): Nos encaramamos por el precioso diedro de la izquierda donde se puede autoproteger antes de un parabolt. Tras un segundo parabolt salimos a plena cresta por terreno más fácil. Nos topamos con un tercer parabolt que protege un paso de placa que nos pareció más duro que 5a, en cualquier caso, muy bien protegido. Llegaremos a la cima del resalte donde podemos montar reunión en dos cordinos o avanzar unos 15 metros hasta la siguiente torre y montar reunión en una encina con cordino.

Largo 5 (4c/5a): Desde las encinas o desde la propia horcada atacamos la arista evidente, fácil pero con roca a controlar. Nos encontramos dos parabolts distanciados, a la altura del segundo tenemos un pasito algo más duro que el resto del camino. Llegamos a un colladito y afrontamos el tramo final ascendiendo hacia la derecha donde un parabolt protege una travesía muy bonita y un cordino nos indica por donde seguir. Reunión en dos cordinos y final de la vía.

Para descender hay dos opciones: dirigirnos hacia la derecha por el borde de la sierra y bajar por la canal del Azor y La Paloma, siempre arriesgada por sus destrepes y poder equivocarse si no cogemos el flanqueo adecuado en la parte baja. Además tiene el acceso restringido por nidificación de aves hasta el 31 de agosto. Por eso recomendamos el acceso y bajada por La Lece. Desde el final de la vía unos hitos nos llevarán con tendencia a la izquierda hasta que llegamos al camino que sube desde La Lece.

La vía nos ha gustado pero no es una ruta para todos los gustos. La roca dudosa en algunos puntos (se nos rompiron presas de manos y pies en cuatro ocasiones), algo sucia y tramos fáciles de trepada no son lo mejor, pero el ambiente aéreo de la parte alta, el diedro del cuarto largo y la salida oblicua del quinto nos dejarán un buen sabor de boca.

Sólo nos queda dar las gracias a estos equipadores que nos están regalando un montón de vías tan chulas en una zona tan querida y cercana para nosotros.