domingo, 13 de febrero de 2022

Tierra de toz / Tierra de todos 130m - 5c (5b obligado) y Dos diablos en el corazón:( V ,215m)





 

 

Este fin de semana de febrero nos desplazamos a la zona de Murillo de Gállego para escalar en alguna de las escuelas que hay en esta afortunada zona. Escogimos una vía en los Mallos de Agüero y otra en Peña Rueba.

 


Como salimos el sábado por la mañana sin madrugar demasiado, llegamos cerca de las 11:30 al aparcamiento de Agüero. Nos disponemos a entretenernos en la vía Tierra de Toz.

Aproximación: Aproximación muy sencilla desde el parking de la ruta senderista que rodea los Mallos de Agüero. Cogemos el camino hacia la derecha, y tras 5-10 minutos en los que rodeamos la impresionante formación rocosa, cogemos el primer desvío fuerte que vemos hacia la izquierda. Debemos acercarnos a la pared E de los Mallos de manera más o menos perpendicular, asumiendo una fuerte pendiente. En 20 minutos estamos a pie de vía, identificable mediante una cinta:



Descripción de la vía:

Lo primero a reseñar es que, debido a que es invierno y llegamos a pie de vía con el mediodía bien sobrepasado, nos va a tocar escalar a la sombra. Esto provoca que tengamos algo de frio durante toda la vía, y sobre todo en la última reunión. Menos mal que la temperatura tampoco era demasiado dura teniendo en cuenta la época en la que estamos…

En general, se trata de una vía disfrutona con un conglomerado que permite buscar muchísimos pies. Los amigos de sendero límite dejan su huella en un equipamiento cercano que permite disfrutar sin tener que sufrir demasiado de cabeza.

- L1 (4c – 25m): Largo de calentamiento, para hacerte con la roca, que es bastante diferente de lo que tenemos por estos calizos lares. Parece que los peñascos del conglomerado se van a soltar justo en el momento en el que vas a tirar de ellos, pero al final aguantan a un pasajero más. Largo de cuarto grado, con los seguros muy juntos y bien colocados. Tiende a izquierdas, y acaba la reunión cerca de un árbol.



- L2 (5b – 30m): Salida con una pequeña barriga que tiene un poco de truco. Entre el frio que empieza a acogotarnos tras un pequeño lío de cuerdas (recién estrenadas, yuju!) y el tiempo pasado desde la última vía de largos, se atasca ligeramente. Si la abordas por la izquierda, cede de manera más sencilla. Comienza vertical, en paralelo a una especie de mancha oscura, que cruzaremos en semi-travesía a izquierdas en mitad del largo. Vuelve a ponerse vertical en los últimos 3 seguros.


- L3 (5a – 20m): Salida sin compromiso, y va tendiendo a la izquierda siguiendo la línea marcada por la fisura. Al pasar la mitad del largo aparece una cuesta terrosa que casi permitiría avanzar esos metros con zapatillas de trekking, pero claro, cuesta mantener los gatos limpios. El grado esta justito, podría pasar por 4c. Largo corto y con una reunión bien cómoda al final.

- L4 (5b – 25m): La vía comienza a ganar verticalidad y continuidad. El primer tramo nos obliga a desplazarnos mucho a la derecha, para luego afontar una segunda mitad de largo totalmente en vertical. Entre el 5º y el 6º seguro hay un aleje que hace que, aunque no es el punto más exigente de la vía en cuanto a grado, puede serlo en cuanto a cabeza. En esta segunda mitad empiezan a aparecer más manos que nos generan una mayor confianza. Nos premia con una reunión colgada que tiene algo más de ambiente y deja apreciar la longitud de la escalada que llevamos realizada hasta ahora. El frío nos muestra su punto álgido en esta reunión.

- L5 (5c – 30m): La salida la hemos hecho por la izquierda de la reunión, con tranquilidad para buscar las manos adecuadas para dar los primeros pasos. Los apoyos para pies son sobresalientes. Según acabamos la primera mitad del largo, la vía te va llevando a la derecha. Si no ves chapas encima de ti, busca a tu derecha. Es posible que tengas el siguiente seguro casi a tu altura, pero dos metros a tu diestra. La reunión acaba cuando la pendiente reduce y vamos viendo la cima del mallo, aunque digamos que la situación de la reunión no es del todo segura. Por ello preferimos alargar un poco más y encintarnos desde arriba del mallo para asegurar ese pequeño paso final.

Retorno:

Lo primero es descender del mallo en dirección norte hacia una senda clara que transcurre por encima del conglomerado. Enseguida (5-10 min) alcanzamos un generoso hito que nos sugiere adentrarnos en una canal muy vertical. En un primer vistazo no parece muy esperanzador, pero tras mirar con un poco más de atención, cerca del gran hito aparece una pequeña plataforma desde la que parte un cable de acero. Esto nos permite acercarnos a una cadena que descendemos, y a un boj del que cuelgan un par de cuerdas dinámicas. Se podría destrepar (nada aconsejable, terreno delicado) ayudado por la cuerda con nudos o rapelar con la cuerda instalada. Sin embargo, para respetar la instalación, preferimos montar una de nuestras cuerdas en doble desde el boj y descender los 25m de rapel que siguen.

Una vez finalizada esta parte, es continuar la senda hasta la zona de comienzo de la vía y descender el camino andado hacia el aparcamiento.

Material necesario: 14 cintas express y material para 2 reuniones

Tiempo aproximado de escalada: 2h

 

Dos diablos en el corazón: V – 215m

Para el domingo hemos dejado una de las vías de la pared sur de Peña Rueba. Se trata de la vía Dos diablos en el corazón, que nos ayudará a ir cogiendo metros de escalada para las aventuras que se aproximan. 

 


 

Esta vez, siendo pared sur, la temperatura ha sido ideal para escalar en esta época del año. Eso sí, hemos tenido que andar un poco vivos para acercarnos a la pared antes que otras cordadas que luego poblaron la pared en multitud de vías de la zona (al loro con el tráifco que se ve al fondo de la foto).


 

Aproximación:

Dejamos la furgoneta en el parking de la segunda balsa, al que se accede desde una pista que parte de Murillo de Gállego. Para llegar a pie de vía primero hay que subir por la pista por la que hemos accedido al parking, para después desviarnos a la derecha en unos hitos evidentes. Tras 40 minutos de camino, ya estamos al pie de la vía. Es importante remarcar que debemos ponernos el casco al acercarnos a la pared y no quitárnoslo hasta alejarnos de ella tras el descenso, ya que las cordadas pueden soltar piedras fácilmente durante la escalada. De hecho, vimos múltiples caer durante la jornada, ya que algunas vías pasan por zonas descompuestas.



Descripción de la vía:

Vía que asciende al Mallo de la mora entre las dos canales que cicatrizan su cara sur. El conglomerado en este caso está más pulido que en la vía del día anterior, por lo que también tiene su peaje de adaptación. Los pies no son tan evidentes, pero aparecen sitios más evidentes para traccionar de manos, por lo que se equilibra un poco.

L1 (III – 35m): Largo de tercero para ir cogiendo altura dentro de la pared. Lo único reseñable es su tendencia a la derecha. Tras haber subido 8-10m gira bruscamente hasta encontrar una reunión de dos anillas junta a un seguro de otra vía (Bruno Gaspar). Sabremos que hemos llegado porque cualquier otra reunión de la zona nos requeriría más de 35m para llegar.

L2 (IV – 25m): Sale hacia la derecha, planteando la duda de si estamos en la vía correcta, ya que el tercer seguro se encuentra literalmente en vertical desde la R1 de la vía Bruno Gaspar. Sin embargo, tras una pequeña repisa, los seguros empiezan a irse en diagonal hacia la izquierda, siguiendo la línea marcada por ambas brechas en la pared. Durante el largo aparecen unos pequeños mini-desplomitos (Itziar dixit) que parecen más difíciles de superar de lo que son en realidad. Reunión en una repisa.


L3 (IV+ – 35m): Empieza un poco más vertical. La tendencia sigue yendo a la izquierda. Tanto la salida como un paso a los dos tercios de largo ponen a prueba la cabeza. No son pasos difíciles, pero hay que buscar bien los apoyos. La presencia de repisas justo antes de los pasos hace que un fallo pueda provocar algún daño en una potencial caída. El segundo obstáculo, una pequeña barriga, permite ser superada de manera más sencilla por cualquiera de sus dos flancos, pero te alejas del seguro. Tras ello, aparece una reunión muy cómoda desde donde asegurar al segundo de cordada.

L4 (IV+ – 45m): La salida es más recomendable cogerla por la izquierda. Colocar bien los pies, y aparecen unas manos confiables desde donde empezar a subir la cadera. Acerca de la mitad del largo, tras una zona que sigue la línea anterior, comienza la aproximación a la grieta superior para cruzarla. La grieta se cruza en perpendicular a su trayectoria. Está bien protegida y hay posibilidades de superarla de múltiples maneras, dependiendo del estilo de la persona que pretenda escalarla. Quizá uno de los largos más estéticos de la vía, pero con un nivel algo menor que el anterior.

L5 (V – 30m): El asunto se pone vertical. Sin embargo, aparecen más agarres de manos y sitios de pies más evidentes, que dan más confianza. Aparte, la verticalidad ayuda a saber que, si hay un descuido, la cuerda hará su trabajo y nos frenará sin mayor inconveniente. Los seguros siguen estando muy bien puestos, como en toda la vía. Este largo ya nos direcciona hacia la cima del Mallo. El largo más equilibrado de la vía.

L6+L7 (V+III – 45m): En este caso elegimos empalmar el sexto y el séptimo largo. Recomendable cintas largas y necesaria una cuerda de 60m (aunque el largo sea de 45m, una cuerda de 55m puede no ser suficiente para empalmar ambos largos por los nudos de encordamiento y el zig-zag que va a tener que hacer en el empalme). Los primeros diez metros del 6º largo continúan con la tendencia del largo anterior, siendo la zona más disfrutona de la vía. Posteriormente, la vía cede un poco hasta llegar a la R6. Tras esto, quedan 20m de tercero hasta alcanzar la precima del Mallo de la mora. En esta precima hay varias cintas instaladas ya que varias vías confluyen en este punto.

Descenso: Una vez en la cima del Mallo de la mora, nos dirigimos hacia el collado más evidente que sale en dirección E. Allí encontramos un pasamanos que nos dirige a una cadena para descender una canal vertical. Tras esto, siguen apareciendo cuerdas que nos guían a manera de pasamanos hasta la ferrata de descenso de Peña Rueba. Seguir los hitos que marcan la ferrata y la senda hasta confluir con la senda que nos llevó al comienzo de la vía. Seguimos remarcando que no os quitéis el casco hasta alejaros de la pared.

Material necesario: 16 cintas express y material de 2 reuniones

Tiempo aproximado de escalada: 2h45m

Y así nos despedimos de esta preciosa zona prometiendo volver en no demasiado tiempo para cumplir algunos retos pendientes.

 

 


 

 


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