sábado, 18 de marzo de 2023

IHABAR Vía Elektrolitos (V, 95 m)

 




 Ya habíamos visitado esta zona hace un tiempo y escalamos un par de vías. Nos gustó el entorno pero la escalada nos supo a poco, aún así hemos decidido darle una segunda oportunidad y nos volvimos a acercar. Como las vías son relativamente fáciles y poco continuas, nos pareció una buena idea para una mañana tranquila de invierno.

 

Las vías están en la ladera sur del monte Madalenaitz donde hay unas paredes que están siendo  visitadas por un grupo de escaladores que han abierto algunos itinerarios de baja dificultad y escaso equipamiento. De momento sabemos que hay unas 8 rutas abiertas por Mikel Txintxa, Christian Pau, Asier Txibi y Lur Gil. Las rutas tienen varios largos y van desde los 80 m hasta los 255 m. Esta vez hemos elegido la vía Elektrolitos de tres largos.

 

Para acercarnos a las paredes lo mejor es salir por una pista hormigonada que comienza por detrás del frontón de Ihabar. Si llevamos el vehículo tendremos que aparcar cerca de una granja que hay tras un kilómetro de pista aproximadamente. No hay muchos lugares para aparcar y habrá que tener cuidado para no cerrar el acceso a las fincas agrícolas. Lo mejor sería ir andando desde el pueblo. Cuando traspasemos la granja llegaremos a una intersección de sendas de la Sakana, donde nos encontraremos un poste con indicadores amarillos. Giramos a la izquierda y buscamos una entrada entre los arbustos que cierran un prado para subir recto a través de él. En la parte alta encontraremos un paso para sobrepasar la alambrada. Tras ella continuamos por una senda donde veremos un hito y más arriba una caseta de cazadores. Aquí ya nos acercaremos a la pared hacia la derecha y tendremos que ir subiendo y trepando por unas gradas rocosas sin camino definido hasta cerca de una gran canal que se abre en la pared. Nuestra vía surge unos metros a la izquierda de esta canal. Veremos un parabolt en la pared que nos indica la ruta.

La vía está semiequipada y es conveniente llevar unos friends, empotradores y cintas para evitar alejes peligrosos. A nosotros nos han bastado 2 friends medianos y un par de cintas para lazar árboles.

 


Largo 1 (IV): Saldremos por la izquierda de unas rocas colgadas hacia un visible parabolt. Seguimos por trepada fácil hacia otro parabolt que protege un paso sobre placa y llegamos a la reunión en una buena repisa con 2 chapas.

 

Largo 2 (V-): Salimos en vertical para pasar entre dos árboles y nos metemos en una placa con tendencia a la derecha. Un parabolt protege el paso más tieso del largo. De nuevo reunión con 2 chapas en lugar cómodo.

 

Largo 3 (V): Comenzamos de frente y seguimos los parabolts hasta una travesía a izquierdas que nos acaba dejando en otra reunión con 2 chapas.

 





La vía termina en la faja intermedia de esta zona de la sierra. Para bajar lo mejor es ir hacia la izquierda buscando trazas de sendero hasta que la bajada se empina bastante y permite llegar muy directo hasta la caseta de cazadores que hemos pasado en la aproximación de subida.

 

El tercer largo es una pequeña joyita que no esperábamos encontrar aquí (en Ihabar), donde las trepadas deslucen con cierta discontinuidad la escalada. Largo bastante continuo en el que hay que ir pensando un poco los pasos y un tramo de gotas de agua muy bonito. Seguiremos dándole oportunidades a las vías de Ihabar.

martes, 28 de febrero de 2023

Kanal haundi directa.

 





 

Tras las últimas nevadas que hubo en nuestra zona en enero, y gracias a que las temperaturas se han mantenido gélidas durante un par de semanas, nos planteamos subir a una de las cimas más emblemáticas del territorio, pero dándole un poco de picante. De este modo, decidimos subir Aizkorri pero por kanal haundi, confiando en que todavía esté en condiciones aceptables para poder subir sin demasiados problemas.

Nos ponemos el domingo en marcha a una hora no demasiado temprana para el tipo de actividad que vamos a realizar, pero como el día va a ser bastante frío, cubierto y la canal queda en cara norte, decidimos no apretarnos mucho para salir. A eso de las 8 de la mañana ponemos rumbo hacia Zegama, más concretamente hacia el caserío Buenavista, desde comenzará la ascensión.

Una vez comenzada la caminata, no hay respiro. Empezamos por pista con algo de pendiente hacia arriba, para ir calentando las piernas. Enseguida debemos dejar la pista y comenzar a subir la pendiente que presenta el terreno de manera más directa.


Ilustración 1. Comenzando a caminar desde el caserío Buenavista

Gracias a una huella que posiblemente llevaba desde la semana anterior pudimos identificar fácilmente el camino de subida hasta el comienzo del corredor. Remarcar que estuvimos entre 30 y 45 minutos calentando ya de manera intensa las piernas en esta parte. Todo depende del ritmo, pero la verdad es que no hay descanso en la subida.

Tras esa primera toma de contacto, llegamos a la base del corredor, fácilmente identificable por la gran piedra que tiene una cruz y un pequeño buzón. En este punto es donde tomamos algo de té caliente, nos preparamos las capas de ropa para la parte más exigente y nos ponemos los crampones dispuestos a afrontar la subida.


Ilustración 2. Cruz que marca el comienzo del corredor, que puede observarse al fondo

El primer tramo tiene una pendiente relativamente asequible para lo que suele ser este tipo de terreno, y vemos que la huella más abundante está situada a la derecha del corredor según subes. Seguimos la huella principal mientras vamos ganando altura. Este terreno es más bien cómodo y el ritmo de ascensión dependerá más de nuestros pulmones y piernas que de nuestra capacidad técnica.


Ilustración 3. Primera parte del corredor, que realizamos por la parte derecha

Como se puede observar en las fotografías, la visibilidad no era excesivamente buena, así que continuamos siguiente la huella dominante para realizar la subida. Una vez alcanzado el final de esta primera parte, aparece una gran bifurcación que nosotros cogimos a la derecha, para intentar hacer la salida directa a la cruz, esperando encontrarnos con los dos resaltes. Remarcar también que la huella continuaba claramente por la dirección que cogemos.


Ilustración 4. Accediendo a los dos resaltes de la última parte del corredor. Cómo se puede ver, la visibilidad no fue muy buena aquel día

La pendiente, según vamos avanzando y tras dejar atrás la bifurcación, va aumentando, haciendo cada vez nuestro avance más lento. Sin embargo, los metros de altitud van quedando atrás rápidamente y para cuando nos damos cuenta nos quedan menos de 200m de desnivel que salvar. Llegamos al primer resalte.

Este primer resalte aparece en un estrechamiento entre dos piedras que hacen que se almacene nieve suficiente para generar dicho resalte. La pendiente, además, en su parte inferior coge todavía más grado por lo que puede ser un paso delicado. Sin embargo, las condiciones de la nieve en estas cotas de altitud son todavía mejores de lo que habíamos podido encontrar en la zona inferior del corredor, por lo que podemos superar el resalte sin mayor dificultad. Eso sí, el uso de dos piolets lo daríamos como muy recomendable, casi obligatorio para evitar sustos innecesarios.

Tras este primer resalte, otra pequeña travesía con una inclinación de 50 grados aproximadamente hasta que llevamos a una bifurcación que nos presentaba una decisión a tomar. Hacia la izquierda, un terreno más vertical donde la roca se veía más expuesta y la cantidad de nieve acumulada era inferior. A la derecha, parecía que la senda rodeaba ese terreno más vertical, pero debido a la intensa niebla no veíamos más allá del primer rodeo. La huella estaba más presente en la zona izquierda, así que decidimos inclinarnos por esta opción.

En este momento es donde la canal coge su verdadera forma y vemos cómo nos exige cierta habilidad con los piolets y los crampones para no pasar apuros. Tras superar esa primera zona con menos nieve acumulada, lo que la hizo la zona más delicada de la ascensión en mi opinión, la ruta continuaba por otros dos estrechamientos entre grandes rocas, con mejor nieve para ascender de manera segura (De esta zona no hay fotos porque estaba pendiente de ascender de manera segura y, además, no apetecía mucho sacar la mano del guante con el frío que hacía).

El ambiente en ese tramo fue espectacular, con vientos fuertes haciendo caer trocitos de nieve desde la zona superior del corredor. Sin embargo, las condiciones de la nieve permitían ascender de manera cómoda siempre que las extremidades respondiesen, así que continuamos sabiendo que, tras acabar esa zona, estaríamos en la cumbre. Dicho y hecho, en algo menos de 30 minutos desde que nos decidimos por tomar el camino vertical a la izquierda, estábamos en la cruz del Aizkorri disfrutando de la satisfacción del trabajo bien hecho.


Ilustración 5. Al fin, la cruz de Aizkorri.

Tras las fotos de rigor, decidimos descender cuanto antes para salir de la zona expuesta al viento, que estaba siendo bastante desagradable. Para finalizar, bajamos por la bajada clásica hacia la boca oeste del túnel de San Adrián, continuando por su interior para seguir descendiendo hacia el aparcamiento donde habíamos dejado el coche, siguiendo las evidentes marcas del camino. En total, nos costó 4h y 30 minutos aproximadamente en realizar todo el recorrido.



Ilustración 6. Boca oeste del túnel de San Adrián al fondo

Como conclusión, me gustaría expresar que se trata de una ascensión muy recomendable, pero con dos condicionantes claros. El más importante, que hace falta práctica con las herramientas para no vernos en un problema de dimensiones considerables. Por otro lado, las condiciones meteorológicas necesarias para que este corredor esté en buen estado no suelen durar mucho, por lo que es necesario estar atento a dichas condiciones.

Roca Regina /Pere camins 7a+/Ae (V+/6a obligado) y Collegats: Vía "El último buril" (300m, V+)

Aunque la vía esta bien equipada,forzar los pasos de Ao son muy difícil de liberar,a esto que decir que nos dejamos los estribos en el coche...