MALLOS DE RIGLOS (AGUJA ROJA) Vía Edil (V+, 120 m.)

 

No sé por donde empezar, en los Mallos de Riglos todo es superlativo: su belleza, su grandiosidad, su verticalidad, sus vías de escalada y su historia. Su tipo de roca, conglomerado, no es muy frecuente en las zonas de escalada de nuestro entorno y te obliga a una adaptación en la manera de escalar. Lo que sí ha ido cambiando, y algunos lo agradecemos, es el equipamiento de sus vías. Hay reequipamientos de vías históricas que han reducido considerablemente su exposición y peligrosidad, algo más acorde con los nuevos tiempos: más deporte y menos aventura. También es cierto que todavía quedan muchas vías para la aventura en Riglos, así que hay lugar para todos.

Vamos a volver a Riglos porque nos hacemos mayores y no queremos que se nos “pase el arroz” sin volver a escalar un puñado de vías que son historia de la escalada en España. Hemos empezado con cautela y nos hemos ido a uno de los mallos pequeños y una vía asequible con un reequipamiento muy bueno: la vía Edil a La Aguja Roja.

La aproximación la podemos hacer desde el cementerio o desde el mismo pueblo. Seguiremos una pista que pasa por debajo de los mallos pequeños y buscaremos un sendero que surge entre los romeros a nuestra izquierda marcado con un hito. Vamos subiendo y llegamos a una bifurcación con un cartel que indica la Aguja Roja a la derecha y el Mallo Cored a la izquierda. Seguimos por la derecha y, en la base de la aguja, nos vamos hacia la izquierda pegados a la pared hasta la base de la vía, un poco antes de la canal que subiría hasta la base de la vía normal. Su comienzo es evidente porque se ve claramente el gran diedro-chimenea de sus dos primeros largos. La vía discurre por sombra gran parte del día así que es buena para días calurosos.

 

Largo 1 (IV+¿?): La vía comienza por unas gradas a la izquierda de la chimenea para acercarse a ella a medida que avanzamos. Una vez llegados a ella es mejor escalar por fuera, sacando bien el cuerpo. Es más fácil aunque la sensación es más aérea. Nos saltamos una reunión incómoda y evitamos un desplome por la derecha llegando a una cómoda repisa donde montaremos la reunión. Cuidado con el grado de este largo que dan las guías porque es bastante más duro del IV+ al que estamos acostumbrados.

Largo 2 (V): Este largo es precioso y discurre casi en su totalidad por la chimenea que tenemos encima. Si lo escalas en equis por fuera lo disfrutarás un montón. Reunión en la cima de la entosta.

Largo 3 (V+): En oblicuo hacia la izquierda por un muro hacia un pequeño extraplomo con fisura donde está el paso duro. Seguimos por terreno vertical hasta la cima de esta segunda entosta donde está la tercera reunión.

Largo 4 (V): Un muro corto que sale de frente nos deja en una zona más fácil que se va tumbando hasta el fin de la vía. Reunión en el cable que rodea la cima de la Aguja Roja.

 

Para bajar lo mejor es rapelar por la vía normal. Suele estar frecuentada por lo que habrá que extremar las precauciones con las piedras y ser respetuoso con las cordadas que estén subiendo. Con dos cuerdas de 60 metros se puede hacer en dos o tres rápeles. Nosotros hicimos tres para dirigirnos primero al colladito donde se monta la tercera reunión de la vía normal. El segundo lo dirigimos hasta la plaza donde se monta la primera reunión y el tercero hasta el suelo. Vuelta hasta la base de la vía y a desandar el camino hasta el coche.

 

Esta vía es una versión corta de las rutas más largas de los Mallos y nos puede servir para tantear nuestra forma de escalar en esta peculiar roca y ver cómo nos desenvolvemos en la verticalidad de Riglos. La próxima escalada en Riglos ya está más cerca pero esa será otra historia que aquí os contaremos.

 

ohhh ,que grandes sois Eki y itzi.